Le gustan peludos, melenudos y barbudos pero, sobre todo, nobles. Además, reconoce que los hombres son su «guilty pleasure». Eliminaría los martes de la faz de la tierra junto con los pimientos de piquillo. Cuando quiere ir a por todas se pinta las uñas de rojo, menos una, que se la pinta de cerúleo (si sabes qué color es te convalidan primero de Bellas Artes) y se sube en unas sandalias de tacón de aguja.
Leonor Antón no tiene pelos en la lengua y menos mal, porque ha reconocido que uno de sus toc’s es no poder parar de tocárselo. Nos referimos al pelo, claro.
¡Empezamos con las 25 cosas sobre Leonor Antón!
- Soy Géminis.
- Odio los martes; los martes la vida no tiene sentido.
- Reikiavik es mi lugar de ensueño.
- Solo aparto una cosa del plato y es el pimiento de piquillo.
- No soporto a la gente soberbia.
- La soledad tiene un importante peso sobre mí.
- Mi sueño por cumplir: ser madre.
- Mi color favorito es el blanco.
- Las sandalias de aguja de una tira en los dedos son mi zapato favorito.
- Siempre me pinto las uñas todas rojas menos una cerúleo.
- Algo que envidio en una mujer: la juventud.
- Algo que detesto en un hombre: que se afeite o depile. Que se corte el pelo el general.
- Lo que más valoro en un hombre es la nobleza.
- S’il suffisait d’aimer de Celine Dion es mi canción favorita.
- Mi película favorita es Piedras, de Ramón Salazar.
- Mi autor favorito es Montoto.
- Los hombres son mi placer culpable.
- No puedo parar de tocarme el pelo.
- Me he leído hasta en cuatro ocasiones “Breve historia de los que ya no están”.
- Creo que la mejor edad de una mujer son los 27, aunque quiero pensar que la cosa está cambiando.
- La mejor edad en un hombre es cualquiera.
- No acepto la sinceridad muy bien. Aunque depende mucho de mi bipolaridad.
- Mi hermana Nuria me decía de pequeña que aunque fuera la mejor en algo siempre debía ser humilde, y Mami que debía quedar bien en los sitios aunque detestase a todo el que lo habitaba. Es el mejor consejo que me han dado. Intento cumplirlos.
- En cinco años me veo en un lugar frío, en una casa con chimenea, con una bañera para la lluvia en el porche, con tres libros más y una manada como familia.
- Dentro de diez me veo igual pero con más libros, más manada y más pasta.
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